viernes, julio 28, 2006

El Gran Combo de Puerto Rico



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Últimamente he notado que a muchas personas que dicen apreciar la salsa, no la de ahora sino la "vieja", les falta incluir en su repertorio este gigante nombre, que las tiene todas, viejas y nuevas.

Han pasado ya 52 años desde la desaparición del Combo de Mario Román provocada por el retiro del propio Román, y 44 de la ruptura que en Cortijo y su Combo provocó la encarcelación de Maelo por un asunto de drogas, dejando todo servido para que Don Rafael Ithier se mandara con otro Combo más, el grande, El Gran Combo. En otras palabras, los ancestros de éste son de puro melao, bomba, plena, rumba y guaguancó.

Cuando digo que les falta incluirlo en su repertorio, no los castigo por desconocerlo, sino por quedarse en Ojos chinos, El caballo pelotero, Serrana, Pata Pata, Los zapatos de Manacho y Timbalero: auténticas expresiones de los inicios del grupo. Sin embargo, pasan por bolas La muerte, Las hojas blancas, Acangana, Julia, Don Goyo, Carbonerito, Amame, Un verano en Nueva York, La salsa de hoy y hasta La eliminación de los feos. Y lo dejamos hasta allí, porque ni hablar de haber escuchado Así logramos nuestro amor, Y no hago más na', Te regalo el corazón, Me liberé, Gotas de lluvia, Que le pongan salsa y Los Tenis. Pare de contar.

De esta última recuerdo una anécdota durísima en un concierto en los Carnavales de 1992 (o de 1993?) en el Poliedro de Caracas. Recién salía al mercado el disco "Gracias: 30 años de Sabor". Por supuesto que en un concierto de El Gran Combo se ve toda clase de gente y se puede esperar que pase cualquier cosa, desde la misma llegada al sitio. Pero esto sí es verdad que no me lo esperaba, no creo que alguien, para ser sinceros, se lo esperase.

Luego de haber escuchado una pila de bandas antes y en plena ejecución de los panas de El Gran Combo, que trajeron entre sus filas al que en mi criterio ha sido su mejor cantante: Andy Montañez, se fué la luz. Coño, una de las experiencias más tenebrosas. Al principio el eco de los últimos compases del tema de turno, luego silencio total, después vino lo malo y lo bueno. Primero una super coñaza en plena olla donde volaban botellazos y medio mataron a un pana a punta de carajazos con una botella que no se partía; de esto nos enteramos por los gritos al principio y más tarde por haberse prendido las luces de emergencia. Luego, a la Orquesta se le ha ocurrido, para calmar la jauría, mandarse con un tema aún sin electricidad; cuando arrancaron no se entendía nada, pero poco a poco la gente se fue callando y en un momento hasta se podía empezar a bailar. Andy estaba parado en el mismo borde de la tarima echándole un camión a grito pela'o. Cuando llegó el momento del coro, el que no se había enterado de lo que estaban cantando, no sólo se dió por enterado, sino que se pegó: Eee eee, tengo que lavaar mis teniis mis teniis mis teenis. En mi vida había escuchado una vaina tan abrumadora; de haberse grabado en vivo hubiese sonado como la versión de Los Tenis por El Gran Combo y la coral del Poliedro de Caracas.

Luego he tenido la oportunidad de verlos con y sin Andy, pero siempre con Chalie Aponte, Jerry Rivas, Rafael Ithier y con luz.

En fin, quienes apreciamos esta Orquesta nos hemos beneficiado con incontables horas de baile, con jocosas, sinceras y sentidas y hasta ingenuas letras, incluso de versiones salsosas de tangos en el disco Tangos por El Gran Combo y vainas como la versión Build me up buttercup en Latin Power. Del baile no les dejo sino recuerdos de El Maní, del O Gran Sol, de Latinos (una vez vi a Andy allí) y de cualquier taguara o sarao casero; de las letras, se las dejo todas.

Y ahora que ya se ladillaron de leer, un buen roncito y play.

martes, julio 25, 2006

Caracas 439, Terremoto, Guaicaipuro, Barreto o Bernal


De todas todas, salga sapo o salga rana.
439 años de Caracas.
39 del terremoto.
Día de Guaicaipuro.
La bolsa de Barreto
y el de Bernal.
Hoy.

viernes, julio 21, 2006

Marigüitar



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Todavía no pasa el efecto de la Teoría del "Bar equidistante" de Zicocarioca. Tan poco que muchas ideas vanas perdí, por supuesto, entre un bar y otro.
Extrañaba este ejercicio de la palabra favorita, de la última palabra.
Ahora se me ocurre dejarles mi mejor recuerdo de cómo se pone el sol en Marigüitar; o de cómo se puso un día de finales de junio hace dos años atrás.


"...una mujer que me quiera con locura, que tiemble de placer al darme un beso, yo quiero una mujer que sea boricua, yo quiero una mujer de ojos negros..."

(cantan Danny Rivera & Chucho Avellanet una variante del poema Caprichos de Gonzalo O'Neill y que interpretado también por El Gran Combo de Puerto Rico, se conoce como "Mujer Boricua")